La luna en cuarto creciente y cinco estrellas constituyen las divisas de Linhares da Beira. Como no podía ser de otra manera, hay una historia detrás de esta curiosa selección de símbolos.
Cuenta la leyenda que en los comienzos de la monarquía portuguesa, y más concretamente en 1198, durante el reinado de Sancho I, un ejército de León entró por las tierras de Beira y, tras tomar algunos castillos por el camino, se preparó para tomar el de Celorico. Entonces, Don Rodrigo Mendo, alcaide del castillo de Linhares, partió en defensa de su hermano, Don Gonçalo Mendo, alcaide del castillo de Celorico. Una noche de luna nueva, iluminados por su luz y la de las estrellas, los dos hermanos y sus hombres vencieron al ejército leonés, que acabó retirándose. Este acontecimiento – el hecho de que dos hermanos lograsen librar a su país de un ejército invasor – fue de tal importancia, que Linhares adoptó como símbolos una luna en cuarto creciente y cinco estrellas que se mantienen hasta nuestros días.
La épica batalla de la que se hace eco esta leyenda es solo una de las muchas libradas en Linhares de Beira en los tiempos en los que se estaban definiendo las fronteras de Portugal. Debido a su localización estratégica, guardia de Bacia do Mondego y a la retaguardia de la frontera de Beira Alta, Linhares fue muy importante en la defensa de las fronteras del Reino Portugués, al menos hasta el siglo XVII.
El origen de Linhares se remonta a los tiempos medievales. La villa recibe el título que la reconoce como tal en 1169, por Don Afonso Henriques, y a esa época se atribuyen la mayor parte de sus edificaciones, a pesar de existir registros que apuntan a que Linhares habría sido ocupada por romanos, visigodos y musulmanes.
El Castillo de Linhares da Beira es el ejemplo más expresivo de edificaciones de origen medieval de Linhares. Como era habitual en aquel tiempo, el castillo fue construido para la defensa del reino, a más de 800 metros de altitud, imponente y vigilante. Integrado en la línea de fortalezas de la región de Beira Alta, muestra parecido con los castillos de Marialva y Trancoso entre otros. Está compuesto por dos torres, la de Homenaje y la Torre del Reloj, y fue declarado Monumento Nacional en 1922. Es por ello tarjeta de visita de Linhares de Beira y parada obligatoria para quien visita las Aldeias Históricas de nuestra Beira Alta.
No obstante, queda mucho más por descubrir en esta encantadora aldea medieval. Destaca por ejemplo su Iglesia Matriz, un templo dedicado a Santa María que ya existía en el siglo XII, pero que Don João III, que reinó entre 1521 y 1557, dedicó a Nuestra Señora de la Asunción. Reformada en 1751, presenta una traza de decoración barroca y mantiene aún algunos detalles primitivos como el pórtico y el arco cegado en la fachada Norte.
Estos son solo algunos de los motivos para visitar Linhares da Beira y las doce Aldeias Históricas de Portugal. Todo lo demás lo descubrirás a tu llegada, incluyendo lo principal: la paz y tranquilidad que se siente instantáneamente.
No Comments