Distinguida en 1938 como la “Aldea más portuguesa de Portugal” y como Aldeia Histórica en 1995, sobran las presentaciones. Encaramada a una colina, Monsanto ofrece no solo un viaje inolvidable a los orígenes de Portugal sino también una panorámica inigualable de los bellísimos paisajes del interior de la región Centro del país, que se extienden ante nuestros ojos hasta Serra da Estrela.
Aldeia única y pintoresca, gran parte del encanto de Monsanto reside en su localización. Esta aldeia histórica está situada al noreste de las Tierras de Idanha y, por caprichos del destino, se erige en la ladera de un escarpado montículo (la colina de Monsanto), que en su punto más elevado, alcanza los 758 metros. Esta posición confiere a Monsanto las privilegiadas vistas sobre la región que tanta impresión suscitan.
En los edificios, pórticos, capillas e iglesias que nos encontramos caminando por las estrechas y sinuosas calles de la aldea, se distinguen detalles de diferentes épocas y estilos, desde el manuelino al gótico o el renacentista. La parte más antigua de la aldea es la más elevada, y en ella los Templarios construyeron una fortificación con una torre del homenaje.
Sobran los motivos para visitar la “aldea más portuguesa de Portugal”, pero, ¿dónde comer y dormir durante nuestra estancia en Monsanto? La aldea cuenta con varias opciones de alojamiento y restauración, como no podía ser de otra manera estando en el interior de la región Centro, cuya hospitalidad es sobradamente conocida.
En la Rua Marquês de Graciosa, la calle principal de Monsanto, encontramos “A Casa Mais Portuguesa”, una casa típica de aldea reconvertida en alojamiento. Sus cuatro habitaciones cuentan con vistas o del castillo o de la llanura y disponen de cuarto de baño privado, aire acondicionado y televisión.
El mismo edificio acoge la tienda “A Loja Mais Portuguesa – Mercearia e Artesanato”, regentada por Maria Alice Gabriel, en la que se pueden encontrar muñecas de trapo típicas (Marafonas), panderos y linos y bordados de la región. La tienda ofrece también productos regionales, desde embutidos, vinos y quesos a dulces y pan cocido en horno de leña.
La Casa de Campo Pires Mateus, en Monsanto, es otra opción de alojamiento recomendada en esta aldeia histórica. Creada a partir de la recuperación de una casa beirense del siglo XX, este hostal se encuentra situado en el Largo da Igreja Matriz, en pleno corazón de Monsanto. La Casa de Campo Pires Mateus cuenta con seis habitaciones temáticas, inspiradas en nombres de flores y productos típicamente beirenses. Todas las habitaciones disponen de cuarto de baño privado, aire acondicionado y televisión y se diferencian únicamente en las vistas que ofrecen: la habitación “Jasmin”, que tiene balcón, está orientada al atrio de la Iglesia Matriz de Monsanto, mientras que la habitación “Margaça” brinda a sus huéspedes una impresionante panorámica del pueblo en cuesta. Desde la habitación “Flor de Giesta”, en lo más alto de la casa, es posible divisar la Serra da Estrela.
No podemos tampoco olvidarnos de la Casa de Campo Moinho do Maneio, situada en el entorno del río Bazágueda, a aproximadamente 30 minutos en coche de Monsanto. En ese relajante lugar, localizado en plena naturaleza, se ofrecen diferentes servicios y actividades como reiki, masajes, piragüismo, salto de trampolín, senderismo o rutas en moto. Un alojamiento de estilo rústico que dispone de piscina, ofrece desayunos y cuenta con habitaciones de diferentes tipos, concebidas a medida para cada tipo de huésped. Llama especialmente la atención la habitación “Bolha do Maneio”, una especie de tienda esférica inflada con aire y colocada en una pendiente, a la altura de las copas de los árboles, con vistas a la ribera del río Bazágueda. Aquí podrá dormir bajo un maravilloso cielo estrellado del que sólo estará separado por una fina película de plástico por encima y por delante.
Para disfrutar de una buena comida típica en la aldeia histórica de Monsanto, nada mejor que la Adega Típica O Cruceiro, un restaurante de decoración moderna, con vistas panorámicas La cocina regional es una de sus especialidades, por lo que una visita a Monsanto bien merece el paso por este restaurante.
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