Mejorar el funcionamiento del cerebro, reducir el stress o mejorar la condición física; son solo algunas de  las ventajas de irse al campo de vacaciones.

¿Cuantas veces al volver de vacaciones nos sentimos aún más cansados que antes de salir? Cogemos vacaciones para recorrer ciudades y acumular experiencias con tal voracidad que, lejos de lo pretendido, el paréntesis nos hace más mal que bien.

Así, cuando nos consume el stress y lo que necesitamos es un poco de silencio, lo mejor es hacer una escapada por la naturaleza, donde relajarse y distenderse es inevitable. De hecho, este tipo de vacaciones son muy beneficiosas para nuestra salud física y mental. Sigue leyendo y conocerás algunas de las ventajas que harán que este año quieras irte de vacaciones al campo, por ejemplo a las Aldeias Históricas de Portugal,  en la región portuguesa de Beira Alta.

1- La naturaleza es beneficiosa para el cerebro

El tiempo que pasamos en la naturaleza mejora el funcionamiento cerebral, ayudándonos a concentrarnos más y a recordar mejor.  Un artículo de 2009 del Boston Globe reveló que los pacientes hospitalizados se recuperan más rápidamente cuando pueden ver árboles por la ventana. Los científicos apuntan que incluso esos fugaces atisbos de naturaleza mejoran el desempeño del cerebro al proporcionar una ruptura con las exigencias en procesamiento cognitivo de los ambientes urbanos.

2- La naturaleza nos ayuda a lidiar con el stress

Un informe de la red Children & Nature Network advierte del riesgo que supone para la salud mental de los niños y niñas del siglo XXI la pérdida de contacto con el mundo natural que caracterizó a las generaciones pasadas. El autor de este informe, el Doctor William Bird, consejero de salud de Natural England, recopiló evidencias de que las personas gozan de mejor salud y ajuste al medio si frecuentan el campo o los parques o jardines. Bird añade que los estudios muestran que las personas privadas de contacto con la naturaleza corren mayor riesgo de sufrir depresión y ansiedad, mientras que los niveles de stress bajan pocos minutos después de ver espacios verdes. Unas vacaciones en familia en la naturaleza (a poder ser sin las distracciones de las tecnologías) puede servir para reconectar a padres e hijos, calmar los nervios y ayudar a todos a relajarse.

3- La naturaleza nos ayuda a mantenernos en forma

En unas vacaciones por la naturaleza escalamos montañas, corremos, remamos en cayacs. A medida que pasamos menos tiempo al aire libre, aumentamos de peso como resultado. Nuestra sociedad se enfrenta a una serie de enfermedades denominadas “enfermedades de la vida interior”, que frecuentemente van de la mano de la obesidad: diabetes tipo 2, hipertensión arterial, dolencias cardiacas, asma, dolencias hepáticas, déficit de vitamina D, osteoporosis, miopía y depresión.

4- La naturaleza ofrece aventura y descubrimientos

Con la naturaleza, jóvenes y no tan jóvenes redescubren el mundo, lejos de la pantalla de la televisión, el móvil o la tablet. El mundo real está ahí fuera, dónde están los animales, los árboles, las maravillas de la naturaleza que nacen y crecen ajenas a la mano del hombre.

5- La naturaleza está desapareciendo; aprovecha ahora que aún estás a tiempo

Algunos de los lugares más fascinantes del mundo están amenazados o en proceso de desaparición debido al cambio climático, por lo que lo mejor es aprovechar ahora para conocerlos. Por fortuna, ese no es el caso de las Aldeias Históricas de Portugal. Gracias a la conciencia ecológica de estas 12 aldeas, donde la prioridad pasa por preservar la naturaleza y el patrimonio, los vecinos de estas poblaciones están convencidos de que será posible recibir visitantes dispuestos a disfrutar de la belleza natural de sus parajes durante muchos años más. Y resulta muy tranquilizador, porque estas aldeas son únicas y no hay nada mejor que salir a la aventura por sus verdes tierras.