Un fin de semana de otoño decidimos hacer una pequeña escapada al Portugal (casi) desconocido: fuimos a visitar dos de las Aldeia Históricas, Piódão y Idanha-a-Velha, pasando también por Monsanto. Todas ellas preciosas, pero muy diferentes entre sí. Comenzamos por Piódão. Ya desde la carretera que llevaba a esta aldea, empezamos a disfrutar del entorno, tanto de sus impresionantes paisajes como de sus bellos caminos sinuosos. En un recodo de los paisajes de la Serra do Açor se encuentra la Aldeia Histórica de Piódão, fantástico pueblecito de casas de pizarra con repuntes de colores blanco y azul. También se la conoce como la «Aldeia Pesebre» y no hace falta explicar por qué. En esta aldea, es obligatorio caminar por sus encantadoras, sinuosas y estrechas callejuelas, donde encontrar preciosos ‘escondites’ y pintorescos rincones que bien merecían quedar inmortalizados por nuestra cámara de fotos. Después del paseo por el interior de Piódão, al subir por la carretera es obligatorio parar para, una vez más, apreciar desde lejos la magia de esta aldea escondida. Al día siguiente, nos dirigimos a Monsanto e Idanha-a-Velha. Viajamos por el Portugal profundo, rodeados de bellos paisajes de la Serra do Açor y Serra da Estrela, donde nuestra única compañía era un coche que nos cruzábamos de vez en cuando. De Monsanto desafortunadamente no pudimos ver mucho, por lo que merecerá una próxima visita. Idanha-a-Velha, en cambio, podemos describirla con 4 adjetivos: única, arqueológica, enigmática y silenciosa. Una aldea con un valioso patrimonio histórico de diversas épocas: romana, visigoda, musulmana y cristiana. Una aldea por la que parece no transcurrir el tiempo. Al día siguiente, cuando ya nos tocaba volver a casa, salimos de allí con una certeza: las Aldeias Históricas de Portugal son uno de los «100 lugares para ver antes de morir» en Portugal. Ya estamos planeando nuestra próxima escapada en breve… Belmonte “here we go”! Rita Freire