El reinado de D. Dinis (1279-1325), 6.º rey portugués, fue uno de los más elogiado por los cronistas de su tiempo, así como por historiadores contemporáneos. Fue, sin duda, uno de los monarcas que más marcó la historia del país. Pero en el territorio de las Aldeias Históricas de Portugal su nombre suena con más fuerza, puesto que D. Dinis consiguió que muchas de las fortalezas de la región no pasaran a manos castellanas, y permanecieran en tierras portuguesas.

Vista aérea da Barragem do Rio Côa, no Sabugal. Foto de João Cosme.

Cuando, en 1279, a la edad de 17 años, D. Dinis fue proclamado rey, la frontera entre Portugal y Castilla todavía estaba definida por el río Côa, desde su manantial (que se encuentra en la Serra das Meses en el pueblo de Fóios en el condado de Sabugal) hasta afluir al Duero, en Vila Nova de Foz Côa.

En 1282, para recibir y conocer a la mujer con quien se había casado por conveniencia cuatro meses antes, Isabel, más tarde Reina Santa, hija de Pedro III, rey de Aragón, D. Dinis visitó Trancoso, una de las fortalezas que vigilaba este tramo de la frontera, y fuente permanente de conflicto entre Portugal y Castilla. Más tarde, en 1296, D. Dinis regresó a aquel territorio, para atravesar el Côa y ocupar las fortalezas castellanas de Riba Côa.

Después de esta acción militar, el monarca aceptó la celebración de un tratado de consolidación de fronteras y un compromiso de paz: el Tratado de Alcañices, que tuvo lugar el 12 de septiembre de 1297 y que resultó en la frontera que aún tenemos.

El tratado integró a Riba Côa en territorio nacional portugués, con los castillos de Alfaiates, Almeida, Caria Atalaia, Castelo Bom, Castelo Melhor, Castelo Rodrigo, Monforte de Riba Côa, Sabugal y Vilar Maior.

Con un objetivo claramente estratégico, tras la consolidación del territorio, D. Dinis invirtió en lo que se convertiría en uno de los más ambiciosos programas de restauración del sistema defensivo portugués. Entre 1288 y 1315 imprimió el estilo gótico en 55 castillos. Estas obras de restauración permitieron que muchos de estos castillos hayan llegado hasta nuestros días y se aprecien por representar significativos testimonios de la arquitectura militar de esa época.

En el territorio de las Aldeias Históricas de Portugal se intervinieron 9 fortificaciones: Alfaiates, Almeida, Castelo Bom, Castelo Melhor, Castelo Mendo, Castelo Rodrigo, Pinhel, Sabugal, cuya restauración lo transformó en el prototipo de castillo gótico, y Vilar Maior. Estos fueron todos los castillos que estaban en activo cuando entraron a formar parte del reino de Portugal, con la firma del Tratado de Alcañices. D.Dinis demostraba así que todas estas estructuras defensivas eran propiedad de los portugueses.

Por lo tanto, si los castillos y murallas de las Aldeias Históricas de Portugal y localidades próximas se han conservado hasta la actualidad es en parte gracias a D. Dinis, quien además de haber luchado por las tierras de Riba Côa, garantizó la continuidad de todos aquellos castillos, que imponentes y vigilantes, defendían las fronteras de territorio portugués.